Por ello, adquirir una de estas prendas y portarla por la calle supone un acto mucho más concienciado que las bromas o mofas habituales, (ya sea en la manera convencional en forma de chiste hablado o a través de los modernos y más o menos ingeniosos emails, vídeos o sms) y que han servido desde siempre para dar color y gracia a cualquier rivalidad.