Está permitido que un guardameta y otro jugador del equipo se intercambien de posición durante el encuentro, siempre y cuando sea durante una interrupción con el consentimiento del árbitro. Messi mismo más de una vez ha vestido trajes de Dolce & Gabbana, bastante salidos del parámetro de la ‘ Gran renuncia masculina’ que desde el siglo XIX condenó a los hombres a la uniformidad, lejana de esa aristocrática ornamentación que irónicamente, más de dos siglos después, ostentan sus mayores y más exitosos ídolos deportivos.