La jugadora tuvo que esperar tres meses a ver en persona a alguien que no fuera de su equipo legal y más de cuatro a que empezara el juicio. La televisión estatal publicó después una fotografía de la jugadora sujetando un folio en el que se supone que estaba escrito su nombre. Fue necesaria una investigación del ‘New York Times’ para concluir que Brittney Griner se encontraba detenida en la colonia penitenciaria IK-1, a unos 70 kilómetros de Moscú.