La misma corona que lleva el escudo del Real Madrid, de ahí que no se deba modificar con la ligereza con la que lo ha hecho su presidente. Sin misa solemne como en 1975. En la Cámara alta no hubo ni Biblia ni crucifijo, pero sí una cruz, la que remata la corona real que guarda Patrimonio Nacional. El anuncio de la nueva camiseta coincide con su puesta a la venta, que como especifica el club, se hará «en exclusiva en tiendas adidas y Real Madrid, así como en otras tiendas seleccionadas».